viernes, 14 de agosto de 2015

Múltiples aplicaciones



Cuando estás embarazada te das cuenta de que la tecnología está de tu lado ya que existen un sinfín de aplicaciones para todos los gustos que te van contando los días de gestación, la evolución del bebé, los cambios en tu cuerpo y  estado de ánimo, etc. Yo elegí la aplicación llamada Babycenter, una de las más populares de la red, a recomendación de una amiga que acababa de tener guagua.
 
Cuando te embarazas tus amigas que ya han parido pasan a ser una especie de gurús en el tema y recurres a ellas preguntándoles todo tipo de cosas, algunas muy privadas, porque confías en que todo lo saben porque ya pasaron por ese proceso. Ya llegará tu momento de ser la gurú de la próxima embarazada y podrás traspasar los conocimientos adquiridos.
 
La aplicación en principio fue bastante útil ya que todos los días aportaba información sobre la evolución del embarazo, de qué tamaño debía estar mi bebé de acuerdo al tiempo de gestación, cuál era mi peso ideal en cada momento, tenía videos sobre diferentes formas de dar a luz, etc. Pero lo que comenzó como una herramienta a mi favor poco a poco se volvió un arma de doble filo. Comencé a notar que mi guagua siempre estaba más grande de lo que debía según las indicaciones de la aplicación; mi peso nunca era el ideal porque siempre estaba pasada en un par de kilos al menos.
 
Además mostraban unos videos de personas pariendo en unas piscinas donde todo era sangre y cosas raras que nunca logré ni intenté identificar; mujeres pariendo en posiciones muy exóticas que claramente yo no tenía intenciones de probar; algunas que de un puje tenían a su guagua en los brazos lo que sabía a mí no me sucedería; y otras gritando desgarradoramente haciendo parecer la escena una película de terror. Esto sólo provocó que aumentara la ansiedad por el parto y que comenzara a pensar que éste no tenía nada de natural, ya que no podía ser normal que saliera una guagua tan grande por un orificio tan pequeño.


Me vi en la obligación de investigar otras aplicaciones que dijeran lo que yo quería escuchar, porque hay que reconocer que las embarazadas quieren escuchar lo que quieren escuchar. Navegando por el universo web me encontré con Gestograma, pero luego de un tiempo me di cuenta de que era lo mismo que la anterior. También probé con Happy Pregnancy que tenía por objeto ir registrando los aumentos de peso para que estos fueran controlados, pero solo contribuyó a que comenzara a entrar en pánico por la gordura que se avecinaba en forma inminente.
 
Por último bajé la aplicación I’m Expecting que servía para compartir experiencias con otros padres, lo que tampoco fue muy útil ya que la mayoría de los usuarios hablaban en inglés, idioma que no se me da fácil; al final no entendía ni la mitad de lo que me compartían y ocupar el traductor de internet se volvió un trabajo extra que no estaba dispuesta a hacer.
 
Siempre supe que no sería la embarazada perfecta, esa que cuando las ves por detrás no te das cuenta de que tiene una guata de ocho meses. Cuando lo asumí decidí que me quedaría con la aplicación Babycenter y haría caso sólo en aquello que me acomodara; esta decisión más que por sanidad mental fue porque la memoria de mi celular estaba colapsando y si no hacía algo al respecto pronto serviría solo de chatarra.